Mateo 5:3

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

«Dichosos los pobres en espíritu, porque el reino de los cielos les pertenece.

Referencias Cruzadas

Isaías 66:2

Fue mi mano la que hizo todas estas cosas; fue así como llegaron a existir», afirma el Señor. «Yo estimo a los pobres y contritos de espíritu, a los que tiemblan ante mi palabra.

Proverbios 29:23

El altivo será humillado, pero el de espíritu humilde será enaltecido.

Salmos 34:18

El Señor está cerca de los quebrantados de corazón, y salva a los de espíritu abatido.

Proverbios 16:19

Vale más tener un espíritu humilde con los oprimidos que compartir el botín con los orgullosos.

Lucas 18:14

»Les digo que este y no aquel volvió a su casa justificado ante Dios. Pues todo el que a sí mismo se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido».

2 Crónicas 7:14

si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra.

Salmos 51:17

El sacrificio que te agrada es un espíritu quebrantado; tú, oh Dios, no desprecias al corazón quebrantado y arrepentido.

Isaías 57:15

Porque lo dice el Alto y Excelso, el que vive para siempre, cuyo nombre es Santo: «Yo habito en un lugar santo y sublime, pero también con el contrito y humilde de espíritu, para reanimar el espíritu de los humildes y alentar el corazón de los quebrantados.

Santiago 2:5

Escuchen, mis queridos hermanos: ¿No ha escogido Dios a los que son pobres, según el mundo, para que sean ricos en la fe y hereden el reino que prometió a quienes lo aman?

Isaías 61:1

El Espíritu del Señor y Dios está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas noticias a los pobres. Me ha enviado a sanar los corazones heridos, a proclamar libertad a los cautivos y la liberación de los prisioneros,

2 Crónicas 34:27

‘Como te has conmovido y humillado ante Dios al escuchar lo que he anunciado contra este lugar y sus habitantes; y como te has rasgado las vestiduras y has llorado en mi presencia, yo te he escuchado. Yo, el Señor, lo afirmo.

Miqueas 6:8

¡Él te ha mostrado, oh mortal, lo que es bueno! ¿Y qué es lo que espera de ti el Señor?: Practicar la justicia, amar la misericordia y caminar humildemente ante tu Dios.

Lucas 11:28

—Dichosos más bien —contestó Jesús— los que oyen la palabra de Dios y la obedecen.

Salmos 112:1

¡Aleluya! Dichoso el que teme al Señor, el que halla gran deleite en sus mandamientos.

Salmos 1:1

Dichoso es quien no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores, ni se sienta en la reunión de los burladores,

Job 42:6

Por tanto, me retracto y me arrepiento en polvo y ceniza».

Mateo 11:25

En aquel tiempo Jesús dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque habiendo escondido estas cosas de los sabios e instruidos, se las has revelado a los niños.

Lucas 4:18

«El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para anunciar buenas noticias a los pobres. Me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, a poner en libertad a los oprimidos,

Marcos 10:14

Cuando Jesús se dio cuenta, se indignó y dijo: «Dejen que los niños vengan a mí; no se lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos.

Mateo 13:16

Pero dichosos los ojos de ustedes porque ven y sus oídos porque oyen.

Isaías 30:18

Por eso el Señor los espera, para tenerles piedad; por eso se levanta para mostrarles compasión. Porque el Señor es un Dios de justicia. ¡Dichosos todos los que en él esperan!

Salmos 146:5

Dichoso aquel cuya ayuda es el Dios de Jacob, cuya esperanza está en el Señor su Dios,

2 Crónicas 33:12

Estando en tal aflicción, imploró al Señor, Dios de sus antepasados, y se humilló profundamente ante él.

Salmos 41:1

Dichoso el que piensa en el débil; el Señor lo librará en el día de la desgracia.

Salmos 2:12

Besen al hijo, no sea que se enoje y sean ustedes destruidos en el camino, pues su ira se inflama de repente. ¡Dichosos los que en él buscan refugio!

2 Crónicas 33:23

Pero a diferencia de su padre Manasés, no se humilló ante el Señor, sino que multiplicó su culpa.

Santiago 1:12

Dichoso el que resiste la tentación porque, al salir aprobado, recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a quienes lo aman.

Juan 20:29

—Porque me has visto, has creído —le dijo Jesús—; dichosos los que no han visto y sin embargo creen.

Mateo 24:46

Dichoso el siervo cuando su señor, al regresar, lo encuentra cumpliendo con su deber.

Salmos 84:12

Señor de los Ejércitos, ¡dichosos los que en ti confían!

Deuteronomio 8:2

Recuerda que durante cuarenta años el Señor tu Dios te llevó por todo el camino del desierto, para humillarte y ponerte a prueba. Así llegaría a conocer lo que había en tu corazón y vería si cumplirías o no sus mandamientos.

Santiago 1:10

y el rico, de su humilde condición. Porque el rico pasará como la flor del campo.

Proverbios 8:32

»Y ahora, hijos míos, escúchenme: dichosos los que siguen mis caminos.

2 Crónicas 33:19

Su oración y la respuesta que recibió, como también todos sus pecados y rebeldías, los sitios donde erigió altares paganos y colocó las imágenes de la diosa Aserá y de otros ídolos, lo cual hizo antes de su humillación, todo esto está escrito en las crónicas de Jozay.

Apocalipsis 22:14

»Dichosos los que lavan sus ropas para tener derecho al árbol de la vida y para poder entrar por las puertas de la ciudad.

Apocalipsis 19:9

El ángel me dijo: «Escribe: “¡Dichosos los que han sido convidados a la cena de las bodas del Cordero!”». Y añadió: «Estas son las palabras verdaderas de Dios».

Mateo 25:34

»Entonces dirá el Rey a los que estén a su derecha: “Vengan ustedes, a quienes mi Padre ha bendecido; reciban su herencia, el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo.

Salmos 128:1

Dichosos todos los que temen al Señor, los que van por sus caminos.

Mateo 11:6

Dichoso el que no tropieza por causa mía.

Mateo 8:11

Les digo que muchos vendrán del oriente y del occidente, y participarán en el banquete con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos.

Mateo 3:2

Decía: «Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos está cerca».

Mateo 19:14

Jesús dijo: «Dejen que los niños vengan a mí; no se lo impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos».

Lucas 22:29

Por eso, yo mismo les concedo un reino, así como mi Padre me lo concedió a mí,

Lucas 22:30

para que coman y beban a mi mesa en mi reino y se sienten en tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.

Apocalipsis 3:17

Dices: “Soy rico, me he enriquecido y no me hace falta nada”; pero no te das cuenta de cuán infeliz y miserable, pobre, ciego y desnudo eres tú.