Ustedes dicen: «¿Cuándo pasará la fiesta de luna nueva para que podamos vender grano o el día de reposo para que pongamos a la venta el trigo?». Ustedes buscan achicar la medida y aumentar el precio, falsear las balanzas
Y exclaman: “¡Qué carga!”. Y me desprecian —dice el Señor de los Ejércitos—. ¿Y creen que voy a aceptar de sus manos los animales robados, lisiados o enfermos que ustedes me traen como sacrificio? —dice el Señor—.
se acercó una mujer con un frasco de alabastro lleno de un perfume muy caro, y lo derramó sobre la cabeza de Jesús mientras él estaba sentado a la mesa.