otros, que se había aparecido Elías; y otros, en fin, que había resucitado alguno de los antiguos profetas.
—¿Quién eres entonces? —le preguntaron—. ¿Acaso eres Elías? —No lo soy. —¿Eres el profeta? —No lo soy.
Le respondieron: —Unos dicen que Juan el Bautista, otros que Elías y otros que uno de los antiguos profetas ha resucitado.
Le respondieron: —Unos dicen que Juan el Bautista, otros que Elías y otros que uno de los profetas.
Otros decían que era Elías; y otros, en fin, afirmaban que era un profeta, como los de antes.
Entonces los discípulos preguntaron a Jesús: —¿Por qué dicen los maestros de la Ley que Elías tiene que venir primero?
Le respondieron: —Unos dicen que Juan el Bautista, otros que Elías, y otros que Jeremías o uno de los profetas.