Surgió entre los discípulos una discusión sobre quién de ellos sería el más importante.
Escribí algunas líneas a la iglesia, pero Diótrefes, a quien le encanta ser el primero entre ellos, no nos acepta.
No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos.
Háganlo todo sin quejas ni contiendas,
Ámense los unos a los otros con amor fraternal, respetándose y honrándose mutuamente.
Por la gracia que se me ha dado, digo a todos ustedes: Nadie tenga un concepto de sí más alto que el que debe tener, sino más bien piense de sí mismo con moderación, según la medida de fe que Dios le haya dado.