Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




Lucas 8:32

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

En una colina estaba alimentándose una manada de muchos cerdos. Entonces los demonios rogaron a Jesús que los dejara entrar en ellos. Así que él les dio permiso.

Ver Capítulo Copiar

16 Referencias Cruzadas  

Pero los que sacrifican toros son como los que matan hombres; los que ofrecen corderos son como los que desnucan perros; los que presentan ofrendas de grano son como los que ofrecen sangre de cerdo y los que queman ofrendas de incienso son como los que adoran ídolos. Ellos han escogido sus propios caminos, y se deleitan en sus abominaciones.

que se sienta entre los sepulcros y pasa la noche en vigilias secretas; que come carne de cerdo, y en sus ollas cocina caldo impuro;

Cuando se cumplan los mil años, Satanás será liberado de su prisión

Ustedes, queridos hijos, son de Dios y han vencido a esos falsos profetas, porque el que está en ustedes es más poderoso que el que está en el mundo.

—No tendrías ningún poder sobre mí si no se te hubiera dado de arriba —contestó Jesús—. Por eso el que me puso en tus manos es culpable de un pecado más grande.

Una cosa ha dicho Dios y dos veces lo he escuchado: Que tú, oh Dios, eres poderoso;

—Muy bien —dijo el Señor a Satanás—, Job está en tus manos. Eso sí, respeta su vida.

—Muy bien —contestó el Señor—. Todas sus posesiones están en tus manos, con la condición de que a él no le pongas la mano encima. Dicho esto, Satanás se retiró de la presencia del Señor.

¿Acaso no están bajo tu protección él y su familia y todas sus posesiones? De tal modo has bendecido la obra de sus manos que sus rebaños y ganados llenan toda la tierra.

»Y aquel espíritu respondió: “Saldré y seré un espíritu mentiroso en la boca de todos sus profetas”. Entonces el Señor ordenó: “Ve y hazlo así, que tendrás éxito en seducirlo”.

»El cerdo, porque tiene la pezuña partida en dos, pero no es rumiante; este animal será impuro para ustedes.

»No den lo sagrado a los perros, no sea que se vuelvan contra ustedes y los despedacen; ni echen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen.

Y estos suplicaban a Jesús que no los mandara al abismo.

Cuando los demonios salieron del hombre, entraron en los cerdos; entonces la manada se precipitó al lago por el despeñadero y se ahogó.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios