Entonces Jesús dijo a los otros: —Voy a hacerles una pregunta: ¿Qué está permitido hacer en sábado: hacer el bien o el mal?, ¿salvar una vida o destruirla?
Pero Jesús, que sabía lo que estaban pensando, dijo al hombre de la mano paralizada: —Levántate y ponte frente a todos. Así que el hombre se puso de pie.