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Referencias Cruzadas

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Lucas 5:21

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Los maestros de la Ley y los fariseos comenzaron a pensar: «¿Quién es este que dice blasfemias? ¿Quién puede perdonar pecados sino solo Dios?».

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23 Referencias Cruzadas  

»Soy yo, solo yo, el que por amor a mí mismo borra tus transgresiones y no se acuerda más de tus pecados.

Ellos respondieron: —No te apedreamos por ninguna de ellas, sino por blasfemia; porque tú, siendo hombre, te haces pasar por Dios.

Los otros invitados comenzaron a decir entre sí: «¿Quién es este que hasta perdona pecados?».

—¡Ha blasfemado! —exclamó el sumo sacerdote, rasgándose las vestiduras—. ¿Para qué necesitamos más testigos? ¡Miren, ustedes mismos han oído la blasfemia!

Pero te confesé mi pecado y no te oculté mi maldad. Me dije: «Voy a confesar mis transgresiones al Señor». Y tú perdonaste la culpa de mi pecado. Selah

Además, todo el que pronuncie el nombre del Señor al maldecir será condenado a muerte. Toda la asamblea lo apedreará. Sea extranjero o nativo, si pronuncia el Nombre al maldecir, será condenado a muerte.

¿Quién acusará a los que Dios ha escogido? Dios es el que justifica.

¡Señor, escúchanos! ¡Señor, perdónanos! ¡Señor, atiéndenos y actúa! Dios mío, hazlo por tu honor y no tardes más; tu Nombre se invoca sobre tu ciudad y sobre tu pueblo”.

Pero aun cuando nos hemos rebelado contra ti, tú, Señor nuestro, eres un Dios compasivo y perdonador.

Como si fuera una nube he borrado tus transgresiones y tus pecados, como la bruma de la mañana. Vuelve a mí, que te he redimido».

«Vengan, pongamos las cosas en claro», dice el Señor. «Aunque sus pecados sean como escarlata, quedarán blancos como la nieve. Aunque sean rojos como la púrpura, quedarán como la lana.

Pero en ti se halla perdón y por eso debes ser temido.

Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias;

Un día, mientras enseñaba, estaban sentados allí algunos fariseos y maestros de la Ley que habían venido de todas las aldeas de Galilea y Judea, y también de Jerusalén. Y el poder del Señor estaba con él para sanar a los enfermos.

Algunos de los maestros de la Ley murmuraron entre ellos: «¡Este hombre blasfema!».

Vuelve a compadecerte de nosotros. Pon tu pie sobre nuestras maldades y arroja al fondo del mar todos nuestros pecados.

Sean como la paja que se lleva el viento, acosados por el ángel del Señor;

Produzcan frutos que demuestren arrepentimiento. Y no se pongan a decir: “Tenemos a Abraham por padre”. Porque les digo que aun de estas piedras Dios es capaz de darle hijos a Abraham.

Pero Jesús supo lo que estaban pensando y les dijo: —¿Por qué razonan así?




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