—Está dicho: “No pongas a prueba al Señor tu Dios” —respondió Jesús.
No pongas a prueba al Señor tu Dios, como lo hiciste en Masá.
Tampoco pongamos a prueba a Cristo como lo hicieron algunos y murieron víctimas de las serpientes.
—También está escrito: “No pongas a prueba al Señor tu Dios” —contestó Jesús.
Por eso llamamos dichosos a los soberbios, pues prosperan los que hacen lo malo e incluso cuando desafían a Dios escapan ilesos”».
cuando sus antepasados me tentaron, cuando me pusieron a prueba, a pesar de haber visto mis obras.
En el desierto cedieron a sus propios deseos; en los páramos pusieron a prueba a Dios.
Así que el diablo, habiendo agotado todo recurso de tentación, lo dejó hasta otra oportunidad.