Pero en ese momento el niño metió la mano y salió primero el otro. Entonces la partera dijo: «¡Cómo te abriste paso!». Por eso al niño lo llamaron Fares.
Lea volvió a quedar embarazada y dio a luz un cuarto hijo, al que llamó Judá, porque dijo: «Esta vez alabaré al Señor». Después de esto, dejó de dar a luz.
Para el sacrificio de comunión presentó dos bueyes, cinco carneros, cinco machos cabríos y cinco corderos de un año. Esta fue la ofrenda de Naasón, hijo de Aminadab.