—Y nosotros, ¿qué debemos hacer? —preguntaron unos soldados. Y les dijo: —No extorsionen a nadie ni hagan denuncias falsas; más bien confórmense con lo que les pagan.
Produzcan frutos que demuestren arrepentimiento. Y no se pongan a decir: “Tenemos a Abraham por padre”. Porque les digo que aun de estas piedras Dios es capaz de darle hijos a Abraham.
—Arrepiéntase y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados —contestó Pedro—, y recibirán el don del Espíritu Santo.