Todos gritaban a las montañas y a las peñas: «¡Caigan sobre nosotros y escóndannos de la mirada del que está sentado en el trono y de la ira del Cordero!
Serán destruidos sus altares paganos, lugares de pecado de Israel. Cardos y espinos crecerán sobre sus altares. Entonces dirán a las montañas: «¡Cúbrannos!», y a las colinas: «¡Caigan sobre nosotros!».
La gente se meterá en las cuevas de las rocas y en las grietas del suelo, ante la temible presencia del Señor y el esplendor de su majestad, cuando él se levante para hacer temblar la tierra.