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Referencias Cruzadas

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Lucas 22:70

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

—¿Eres tú, entonces, el Hijo de Dios? —preguntaron a una voz. Y él les dijo: —Ustedes mismos lo dicen.

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20 Referencias Cruzadas  

Así que Pilato preguntó a Jesús: —¿Eres tú el rey de los judíos? —Tú mismo lo dices —respondió.

—¿Eres tú el rey de los judíos? —le preguntó Pilato. —Tú mismo lo dices —respondió.

Mientras tanto, Jesús compareció ante el gobernador; este le preguntó: —¿Eres tú el rey de los judíos? —Tú mismo lo dices —respondió Jesús.

—Tú lo has dicho —respondió Jesús—. Pero yo les digo a todos: De ahora en adelante ustedes verán al Hijo del hombre sentado a la derecha del Todopoderoso y viniendo sobre las nubes del cielo.

—Nosotros tenemos una Ley y según esa Ley debe morir, porque se ha hecho pasar por Hijo de Dios —insistieron los judíos.

—¡Así que eres rey! —le dijo Pilato. Jesús contestó: —Eres tú quien dice que soy rey. Yo para esto nací y para esto vine al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que está de parte de la verdad escucha mi voz.

¿por qué acusan de blasfemia a quien el Padre santificó para sí y envió al mundo? ¿Tan solo porque dijo: “Yo soy el Hijo de Dios”?

—Rabí, ¡tú eres el Hijo de Dios! ¡Tú eres el Rey de Israel! —declaró Natanael.

Yo lo he visto y por eso testifico que este es el Hijo de Dios».

Además, de muchas personas salían demonios que gritaban: «¡Tú eres el Hijo de Dios!». Pero él los reprendía y no los dejaba hablar porque sabían que él era el Cristo.

—Sí, yo soy —dijo Jesús—. Y ustedes verán al Hijo del hombre sentado a la derecha del Todopoderoso y viniendo en las nubes del cielo.

Cuando el centurión y los que con él estaban custodiando a Jesús vieron el terremoto y todo lo que había sucedido, quedaron aterrados y exclamaron: —¡Verdaderamente este era el Hijo de Dios!

Él confía en Dios; pues que lo libre Dios ahora, si de veras lo quiere. ¿Acaso no dijo: “Yo soy el Hijo de Dios”?

El tentador se acercó y le propuso: —Si eres el Hijo de Dios, ordena a estas piedras que se conviertan en pan.

Y una voz desde el cielo decía: «Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él».

Besen al hijo, no sea que se enoje y sean ustedes destruidos en el camino, pues su ira se inflama de repente. ¡Dichosos los que en él buscan refugio!

Yo proclamaré el decreto del Señor: «Tú eres mi hijo», me ha dicho, «hoy mismo te he engendrado.

—¿Acaso seré yo, Rabí? —dijo Judas, el que lo iba a traicionar. —Tú lo has dicho —contestó Jesús.

—¿Para qué necesitamos más testimonios? —resolvieron—. Acabamos de oírlo de sus propios labios.




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