Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




Lucas 22:61

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

El Señor se volvió y miró directamente a Pedro. Entonces Pedro se acordó de lo que el Señor le había dicho: «Hoy mismo, antes de que el gallo cante, me negarás tres veces».

Ver Capítulo Copiar

19 Referencias Cruzadas  

Pero él dijo: —Pedro, te digo que hoy mismo, antes de que cante el gallo, tres veces negarás que me conoces.

Cuando yo te perdone por todo lo que has hecho, tú te acordarás de tu maldad, te avergonzarás y en tu humillación no volverás a jactarte, afirma el Señor y Dios”».

El hombre reconocerá públicamente: “He pecado, he pervertido la justicia, pero no recibí mi merecido.

¡Recuerda de dónde has caído! Arrepiéntete y vuelve a practicar las obras que hacías al principio. Si no te arrepientes, iré y quitaré de su lugar tu candelabro.

Por lo tanto, recuerden ustedes, los que no nacieron siendo judíos —los que son llamados «incircuncisos» por aquellos que se llaman «de la circuncisión», la cual se hace en el cuerpo por mano humana—,

Dios lo exaltó a su derecha como Príncipe y Salvador, para que diera a Israel arrepentimiento y perdón de pecados.

Jesús respondió: —¿Tú darás la vida por mí? Te aseguro que antes de que cante el gallo, me negarás tres veces.

—Marta, Marta —contestó el Señor—, estás inquieta y preocupada por muchas cosas,

Al verla, el Señor se compadeció de ella y le dijo: —No llores.

Al momento, Jesús se dio cuenta de que había salido poder de sí mismo, así que se volvió hacia la gente y preguntó: —¿Quién ha tocado mi manto?

Entonces Pedro se acordó de lo que Jesús había dicho: «Antes de que el gallo cante, me negarás tres veces». Y saliendo de allí, lloró amargamente.

—Te aseguro —le contestó Jesús— que esta misma noche, antes de que cante el gallo, me negarás tres veces.

»¿Cómo podría yo entregarte, Efraín? ¿Cómo podría abandonarte, Israel? ¿Cómo puedo entregarte como a Admá? ¿Cómo puedo hacer contigo como con Zeboyín? Dentro de mí, el corazón me da vuelcos, y se me conmueven las entrañas.

y los envió al Señor a preguntarle: —¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?

—¡Hombre, no sé de qué estás hablando! —respondió Pedro. En el mismo momento en que dijo eso, cantó el gallo.

Y saliendo de allí, lloró amargamente.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios