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Referencias Cruzadas

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Lucas 21:34

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

»Tengan cuidado, no sea que se les endurezca el corazón por el vicio, la embriaguez y las preocupaciones de esta vida. De otra manera, aquel día caerá de improviso sobre ustedes,

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37 Referencias Cruzadas  

pero las preocupaciones de esta vida, el engaño de las riquezas y muchos otros malos deseos entran hasta ahogar la palabra, de modo que esta no llega a dar fruto.

Así mismo deben ustedes estar preparados, porque el Hijo del hombre vendrá cuando menos lo esperen.

ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los calumniadores, ni los estafadores heredarán el reino de Dios.

Así que recuerda lo que has recibido y oído; obedécelo y arrepiéntete. Si no te mantienes despierto, cuando menos lo esperes caeré sobre ti como un ladrón.

Por eso, queridos hermanos, mientras esperan estos acontecimientos, esfuércense para que Dios los halle sin mancha y sin defecto, en paz con él.

idolatría y hechicería; odio, discordia, celos, arrebatos de ira, rivalidades, desacuerdos, sectarismos

Pero en esta carta quiero aclararles que no deben relacionarse con nadie que, llamándose hermano, sea inmoral o avaro, idólatra, calumniador, borracho o estafador. Con tal persona ni siquiera deben juntarse para comer.

El que recibió la semilla que cayó entre espinos es el que oye la palabra, pero las preocupaciones de esta vida y el engaño de las riquezas la ahogan. Por eso, la semilla no llega a dar fruto.

a la prostitución, al vino viejo y al vino nuevo, que hacen perder la razón.

También sacerdotes y profetas se tambalean por causa del vino, trastabillan por causa del licor; quedan aturdidos con el vino, tropiezan a causa del licor. Cuando tienen visiones, titubean; cuando toman decisiones, vacilan.

—Tengan cuidado; no se dejen engañar —les advirtió Jesús—. Vendrán muchos que, usando mi nombre, dirán: “Yo soy”, y: “El tiempo está cerca”. No los sigan ustedes.

No se preocupen por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias.

Así que, ¡cuídense! »Si tu hermano peca, repréndelo; y si se arrepiente, perdónalo.

—Marta, Marta —contestó el Señor—, estás inquieta y preocupada por muchas cosas,

La parte que cayó entre espinos son los que oyen, pero los ahogan las preocupaciones, las riquezas y los placeres de esta vida, y no maduran.

»Pero ustedes cuídense. Los entregarán a los tribunales y los azotarán en las sinagogas. Por mi causa comparecerán ante gobernadores y reyes para dar testimonio ante ellos.

Los ojos altivos, el corazón orgulloso y la luz de los malvados son pecado.

Asegúrense de que nadie quede fuera de la gracia de Dios, de que ninguna raíz amarga brote y cause dificultades y corrompa a muchos,

que la ruina los tome por sorpresa; que caigan en su propia trampa, en la fosa que ellos mismos cavaron.

Cuando Abigaíl llegó a la casa, Nabal estaba dando un regio banquete. Se encontraba alegre y muy borracho, así que ella no dijo nada hasta el día siguiente.

Si alguno de ustedes, al oír las palabras de este juramento, se cree bueno y piensa: «Todo me saldrá bien, aunque persista yo en hacer lo que me plazca», provocará la ruina tanto en la tierra regada como en la seca.

«Ni tú ni tus hijos deben beber vino ni bebidas fermentadas cuando entren en la Tienda de reunión, pues de lo contrario morirán. Este es un estatuto perpetuo para tus descendientes,

Pero el día del Señor vendrá como un ladrón. En aquel día los cielos desaparecerán con un estruendo espantoso, los elementos serán destruidos por el fuego; y la tierra, con todo lo que hay en ella, será quemada.

Ven, vamos a emborracharlo con vino. Nos acostaremos con él y así por medio de él tendremos descendencia.

No te juntes con los que beben mucho vino ni con los que se hartan de carne,

Vi además que nadie sabe cuándo le llegará su hora. Así como los peces caen en la red fatal y las aves caen en la trampa, también los hombres se ven atrapados por una desgracia que de pronto les sobreviene.

pues vendrá como una trampa sobre todos los habitantes de la tierra.

Esa misma noche volvieron a emborrachar a su padre y, sin que este se diera cuenta de nada, la hija menor fue y se acostó con él.

Jacob fue a buscar los cabritos, se los llevó a su madre y ella preparó el guiso tal como le gustaba a su padre.




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