Jesús también propuso esta comparación: —Fíjense en la higuera y en los demás árboles.
Al ver una higuera junto al camino, se acercó a ella, pero no encontró nada más que hojas. —¡Nunca más vuelvas a dar fruto! —le dijo. Y al instante se secó la higuera.
Cuando comiencen a suceder estas cosas, cobren ánimo y levanten la cabeza, porque se acerca su redención.
Cuando brotan las hojas, ustedes pueden verlo con sus propios ojos y saber que el verano está cerca.