“Señor —protestaron—, ¡él ya tiene diez veces más!”.
Así que lo mandó a llamar y le dijo: “¿Qué es esto que me dicen de ti? Rinde cuentas de tu administración, porque ya no puedes seguir en tu puesto”.
Como si esto fuera poco, oh Señor y Dios, has hecho promesas a este tu siervo en cuanto al futuro de su casa. ¡Tal es tu plan para con los hombres, mi Señor y Dios!
Luego dijo a los presentes: “Quítenle el dinero y dénselo al que recibió diez veces más”.
El rey contestó: “Les aseguro que a todo el que tiene se le dará más, pero al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene.