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Referencias Cruzadas

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Lucas 18:14

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

»Les digo que este y no aquel volvió a su casa justificado ante Dios. Pues todo el que a sí mismo se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido».

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39 Referencias Cruzadas  

Porque todo el que a sí mismo se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido.

Él les dijo: «Ustedes se justifican ante la gente, pero Dios conoce sus corazones. Dense cuenta de que aquello que la gente tiene en gran estima es detestable delante de Dios.

Humíllense delante del Señor y él los exaltará.

Porque el que a sí mismo se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido.

El altivo será humillado, pero el de espíritu humilde será enaltecido.

Pero él nos da más gracia. Por eso dice la Escritura: «Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes».

De sus tronos derrocó a los poderosos, mientras que ha exaltado a los humildes.

El Señor es excelso, pero toma en cuenta al humilde y reconoce de lejos al orgulloso.

«Dichosos los pobres en espíritu, porque el reino de los cielos les pertenece.

Porque lo dice el Alto y Excelso, el que vive para siempre, cuyo nombre es Santo: «Yo habito en un lugar santo y sublime, pero también con el contrito y humilde de espíritu, para reanimar el espíritu de los humildes y alentar el corazón de los quebrantados.

Él se burla de los burladores, pero muestra su favor a los humildes.

¿Cómo puede una persona declararse justo ante Dios? ¿Cómo puede alegar pureza quien ha nacido de mujer?

Sin embargo, al reconocer que nadie es justificado por las obras que demanda la Ley, sino por la fe en Jesucristo, también nosotros hemos puesto nuestra fe en Cristo Jesús, para ser justificados por la fe en él y no por las obras de la Ley; porque por estas nadie será justificado.

Sin embargo, al que no trabaja, sino que cree en el que justifica al impío, se le toma en cuenta la fe como justicia.

Por tanto, nadie será justificado en presencia de Dios por hacer las obras que exige la Ley; más bien, mediante la Ley cobramos conciencia del pecado.

Pero él quería justificarse, así que preguntó a Jesús: —¿Y quién es mi prójimo?

Tras el orgullo viene la destrucción; y tras la humildad, el honor.

El temor del Señor imparte sabiduría; la humildad precede a la honra.

Cuando sean humillados y les digas “Levántense”, Dios salvará a los humildes.

—Gracias. Ojalá favorezca usted siempre a esta sierva suya. Con esto, Ana se despidió y se fue a comer. Desde ese momento, su semblante cambió.

Ahora sé que el Señor es más grande que todos los dioses, por lo que hizo a quienes trataron a Israel con arrogancia».

¿Quién acusará a los que Dios ha escogido? Dios es el que justifica.

En consecuencia, ya que hemos sido justificados mediante la fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.

Por eso yo, Nabucodonosor, alabo, exalto y glorifico al Rey del cielo, porque siempre procede con rectitud y justicia; además, es capaz de humillar a los soberbios.

Después de su sufrimiento, verá la luz y quedará satisfecho. Por su conocimiento mi siervo justo justificará a muchos y cargará con las iniquidades de ellos.

Pero toda la descendencia de Israel será justificada y exaltada en el Señor.

Aun siendo inocente, me condenará mi boca; aun siendo íntegro, resultaré culpable.

»El insolente no tiene el alma recta, pero el justo vivirá por su fe.

¡Anda, come tu pan con gozo! ¡Bebe tu vino con corazón alegre, que Dios ya se ha agradado de tus obras!

No lleves a juicio a tu siervo, pues ante ti nadie puede alegar inocencia.

Fue mi mano la que hizo todas estas cosas; fue así como llegaron a existir», afirma el Señor. «Yo estimo a los pobres y contritos de espíritu, a los que tiemblan ante mi palabra.

vale más que el rey te diga: «Sube acá» y no que te humille ante gente importante. Lo que has visto con tus ojos




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