y dirán: “Este hombre ya no pudo terminar lo que comenzó a construir”.
Deseamos, sin embargo, que cada uno de ustedes siga mostrando ese mismo empeño hasta la realización final y completa de su esperanza.
Cuídense de no echar a perder el fruto de nuestro trabajo; procuren más bien recibir la recompensa completa.
Pero el justo vivirá por la fe. Y si se vuelve atrás, no será de mi agrado».
Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, soplaron los vientos y azotaron aquella casa. Esta se derrumbó y grande fue su ruina».
Si echa los cimientos y no puede terminarla, todos los que la vean comenzarán a burlarse de él
»O supongamos que un rey está a punto de ir a la guerra contra otro rey. ¿Acaso no se sienta primero a calcular si con diez mil hombres es posible enfrentarse al que viene contra él con veinte mil?