¡Les digo que no! De la misma manera, todos ustedes perecerán a menos que se arrepientan».
»Por tanto, a cada uno de ustedes, los israelitas, los juzgaré según su conducta, afirma el Señor y Dios. Arrepiéntanse y apártense de todas sus maldades y el pecado no será piedra de tropiezo.
¡Les digo que no! De la misma manera, todos ustedes perecerán a menos que se arrepientan.
¿O piensan que aquellos dieciocho que fueron aplastados por la torre de Siloé eran más culpables que todos los demás habitantes de Jerusalén?
Entonces les contó esta parábola: «Un hombre tenía una higuera plantada en su viñedo, pero cuando fue a buscar fruto en ella, no encontró nada.