Pero ¿qué tal si ese siervo se pone a pensar: “Mi señor tarda en volver” y luego comienza a golpear a los criados y a las criadas, a comer, a beber y emborracharse?
y recibirán el justo pago por sus injusticias. Su concepto de placer es entregarse a las pasiones desenfrenadas en pleno día. Son manchas y suciedad que gozan de sus placeres, mientras los acompañan a ustedes en sus comidas.
El Señor y Dios afirma: Por falta de pastor mis ovejas han sido objeto del pillaje y han estado a merced de las bestias del campo. Mis pastores no se ocupan de mis ovejas; cuidan de sí mismos, pero no de mis ovejas. Tan cierto como que yo vivo, esto es así.
Y se regocijarán en la presencia del Señor su Dios, junto con sus hijos e hijas, con sus esclavos y esclavas, y con los levitas que vivan en las ciudades de ustedes, pues ellos no tendrán ninguna posesión ni herencia.
El señor de ese siervo volverá el día en que el siervo menos lo espere y a la hora menos pensada. Lo castigará severamente y le impondrá la condena que reciben los incrédulos.
»Tengan cuidado, no sea que se les endurezca el corazón por el vicio, la embriaguez y las preocupaciones de esta vida. De otra manera, aquel día caerá de improviso sobre ustedes,
y le dijo: —Todos sirven primero el mejor vino y, cuando los invitados ya han bebido mucho, entonces sirven el más barato; pero tú has guardado el mejor vino hasta ahora.