—Señor —le preguntó Pedro—, ¿cuentas esta parábola para nosotros o para todos?
Lo que les digo a ustedes, se lo digo a todos: ¡Manténganse despiertos!
Ya se acerca el fin de todas las cosas. Así que, para orar bien, manténganse sobrios y con la mente despejada.
Practiquen el dominio propio y manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar.
Luego volvió a sus discípulos y los encontró dormidos. «Simón —dijo a Pedro—, ¿estás dormido? ¿No pudiste mantenerte despierto ni una hora?
»El siervo que conoce la voluntad de su señor y no se prepara para cumplirla recibirá muchos golpes.
En cambio, el que no la conoce y hace algo que merezca castigo recibirá pocos golpes. A todo el que se le ha dado mucho se le exigirá mucho; y al que se le ha confiado mucho se le pedirá aún más.