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Referencias Cruzadas

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Lucas 10:31

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Resulta que viajaba por el mismo camino un sacerdote quien, al verlo, se desvió y siguió de largo.

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18 Referencias Cruzadas  

Los insultos me han destrozado el corazón; para mí ya no hay remedio. Esperé compasión y no la hubo; busqué consuelo y no lo hallé.

¡Cómo quisiera que alguno de ustedes cerrara las puertas del Templo, para que no encendieran en vano el fuego de mi altar! No estoy nada contento con ustedes —dice el Señor de los Ejércitos— y no voy a aceptar ni una sola ofrenda de sus manos.

Una pandilla de sacerdotes está al acecho en el camino a Siquén y, como banda de salteadores, comete toda clase de infamias.

»¡Oigan esto, sacerdotes! ¡Pongan atención, israelitas! ¡Escucha, casa real! ¡Contra ustedes es la sentencia! En Mizpa han sido ustedes una trampa; en el monte Tabor, una red tendida.

Los profetas profieren mentiras, los sacerdotes gobiernan a su antojo, ¡y mi pueblo tan campante! Pero ¿qué van a hacer ustedes cuando todo haya terminado?

Me fijé de nuevo que bajo el sol la carrera no la ganan los más veloces ni ganan la batalla los más valientes; tampoco los sabios tienen qué comer ni los inteligentes abundan en dinero, ni los instruidos gozan de simpatía; sino que a todos les llegan buenos y malos tiempos.

Quien cierra sus oídos al clamor del pobre llorará también sin que nadie le responda.

Mira a mi derecha y ve: nadie me tiende la mano. No tengo dónde refugiarme; por mí nadie se preocupa.

Rut salió y comenzó a recoger espigas en el campo, detrás de los segadores. Y dio la casualidad de que el campo donde estaba trabajando pertenecía a Booz, el pariente de Elimélec.

—Por casualidad me encontraba yo en el monte Guilboa. De pronto, vi a Saúl apoyado en su lanza y asediado por los carros y la caballería —respondió el criado—.

¿No es acaso el ayuno compartir tu pan con el hambriento y dar refugio a los pobres sin techo, vestir al desnudo y no dar la espalda a los tuyos?

Jesús respondió: —Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos ladrones. Le quitaron la ropa, lo golpearon y se fueron, dejándolo medio muerto.

Así también llegó a aquel lugar un levita y al verlo, se desvió y siguió de largo.




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