Después Moisés lo degolló, tomó un poco de sangre con el dedo y la untó en los cuernos alrededor del altar para purificarlo. El resto de la sangre la derramó al pie del altar, y así lo consagró y lo purificó.
En efecto, a fin de llevar a muchos hijos a la gloria, convenía que Dios, para quien y por medio de quien todo existe, perfeccionara mediante el sufrimiento al autor de la salvación de ellos.
»Aarón saldrá luego para purificar el altar que está delante del Señor. Tomará sangre del novillo y del macho cabrío y la untará sobre cada uno de los cuernos del altar,
Entonces el sacerdote tomará con el dedo un poco de la sangre y la untará en los cuernos del altar del holocausto, después de lo cual derramará el resto de la sangre al pie del altar.
Entonces el sacerdote tomará con el dedo un poco de la sangre del sacrificio para el perdón y la untará en los cuernos del altar del holocausto, después de lo cual derramará al pie del altar del holocausto el resto de la sangre.
Luego tomarás un poco de la sangre. Con ella rociarás los cuatro cuernos, las cuatro esquinas del zócalo superior y todo el reborde que lo rodea. Así lo limpiarás y lo purificarás.