Aarón levantó las manos hacia el pueblo y los bendijo. Una vez que terminó de ofrecer el sacrificio por el perdón, el holocausto y el sacrificio de comunión, se retiró del altar.
Los sacerdotes levitas pasarán al frente para cumplir su tarea, porque el Señor tu Dios los eligió para pronunciar bendiciones en su nombre, y para ministrar y decidir en todos los casos de disputas y asaltos.
Que su nombre perdure para siempre; que su fama permanezca como el sol. Que en su nombre sean bendecidas las naciones; que todas ellas lo proclamen dichoso.
Los hijos de Amirán fueron: Aarón y Moisés. Aarón y sus descendientes fueron los escogidos para presentar las ofrendas sagradas, quemar el incienso, servir al Señor y pronunciar la bendición en su nombre para siempre.
En aquel tiempo, el Señor designó a la tribu de Leví para llevar el arca del pacto y estar en su presencia; además, para ministrar y pronunciar bendiciones en su nombre, como hasta hoy lo hace.