Si la hija de un sacerdote se casa con alguien que no sea sacerdote, no podrá comer de las contribuciones sagradas.
¿Quién puede medir el alcance del Espíritu del Señor o quién puede servirle de consejero?
o una hermana soltera que, por no tener marido, dependa de él, y en cuyo caso él quede impuro.
Pero sí podrá comer de ellas el esclavo comprado por un sacerdote, y el esclavo nacido en su casa.
Pero si queda viuda o divorciada y sin haber tenido hijos regresa a la casa de su padre como cuando era soltera, entonces sí podrá comer del alimento de su padre. Pero nadie ajeno a la familia sacerdotal está autorizado para comerlo.