yo mismo me pondré en contra de él y de su familia; eliminaré del pueblo a ese hombre y a todos los que se hayan prostituido con él, siguiendo a Moloc.
La llamaré a cuentas por los días en que quemaba incienso a sus baales, cuando se adornaba con zarcillos y joyas y, olvidándose de mí, se iba tras sus amantes», afirma el Señor.
Su madre es una prostituta; la que los concibió es una desvergonzada. Pues dijo: “Quiero ir tras mis amantes, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mis bebidas”.
«Fíjate bien en esas lomas desoladas: ¿Hay algún lugar donde no fuiste deshonrada? Como un beduino en el desierto, te sentabas junto al camino, a la espera de tus amantes. Has contaminado la tierra con tus prostituciones y maldades.
Y nunca más volverán a ofrecer ningún sacrificio a sus ídolos que tienen forma de machos cabríos, con los que se han prostituido. Este es un estatuto perpetuo para ellos y para sus descendientes.
No te postres delante de ellos ni los adores. Yo, el Señor tu Dios, soy un Dios celoso. Cuando los padres son malvados y me odian, yo castigo a sus hijos hasta la tercera y cuarta generación.