Luego la llevará a los hijos de Aarón, los sacerdotes; allí tomará un puñado de harina refinada con aceite, junto con todo el incienso, y el sacerdote quemará esa ofrenda memorial en el altar. Es una ofrenda puesta al fuego cuyo aroma es grato al Señor.
Ya he recibido todo lo que necesito y aún más; tengo hasta de sobra ahora que he recibido de Epafrodito lo que me enviaron. Es una ofrenda fragante, un sacrificio que Dios acepta con agrado.
El sacerdote tomará de la ofrenda un puñado de harina refinada con aceite, así como todo el incienso que está sobre la ofrenda de cereal. Todo esto lo quemará en el altar, como ofrenda memorial de aroma grato al Señor.
para ser ministro de Cristo Jesús a los no judíos. Yo tengo el deber sacerdotal de proclamar el evangelio de Dios, a fin de que los no judíos lleguen a ser una ofrenda aceptable a Dios, santificada por el Espíritu Santo.
Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios.
Pero a esa parte restante la pasaré por el fuego; la refinaré como se refina la plata, la probaré como se prueba el oro. Entonces ellos me invocarán y yo responderé. Yo diré: “Ellos son mi pueblo”. Ellos dirán: “El Señor es nuestro Dios”.
»¡Despierta, espada, contra mi pastor, contra mi compañero!», afirma el Señor de los Ejércitos. «Hiere al pastor para que se dispersen las ovejas y vuelva yo mi mano contra los pequeños.
Pero el Señor quiso quebrantarlo y hacerlo sufrir, y, como él ofreció su vida para obtener el perdón de pecados, verá su descendencia, prolongará sus días y llevará a cabo la voluntad del Señor.
El sacerdote quemará parte del trigo nuevo y molido como ofrenda memorial, junto con todo el incienso y el aceite. Es una ofrenda al Señor puesta al fuego.
Luego, sacará al animal toda la grasa, tal y como se saca la grasa al sacrificio de comunión, y el sacerdote la quemará toda en el altar como aroma grato al Señor. Así el sacerdote pedirá perdón por él, y su pecado será perdonado.
Llevará este sacrificio al sacerdote, quien tomará un puñado de la ofrenda memorial y lo quemará en el altar junto con las ofrendas puestas al fuego ante el Señor. Es un sacrificio para obtener el perdón de pecados.
Las entrañas y las patas se lavarán con agua, y luego el sacerdote lo quemará todo en el altar. Es un holocausto, una ofrenda puesta al fuego, cuyo aroma es grato al Señor.