»Si un descendiente de Aarón padece de alguna enfermedad infecciosa en la piel o de algún flujo inusual en el cuerpo, deberá abstenerse de comer de las ofrendas sagradas hasta que se purifique. Cualquiera que toque un objeto contaminado por el contacto con un cadáver, o que tenga derrame de semen,
Como tenemos estas promesas, queridos hermanos, purifiquémonos de todo lo que contamina el cuerpo y el espíritu, para completar en el temor de Dios la obra de nuestra santificación.