los cuales se purificaron y lavaron sus vestidos. Aarón los presentó ante el Señor como ofrenda mecida y pidió perdón por el pecado de ellos para purificarlos.
»Al octavo día, el que se purifica deberá traer dos corderos sin defecto y una cordera de un año, también sin defecto; como ofrenda de cereal traerá tres décimas partes de un efa de harina refinada amasada con aceite, junto con un log de aceite.
»Después el sacerdote tomará uno de los corderos y, junto con el log de aceite, lo ofrecerá como sacrificio por la culpa. Lo mecerá ante el Señor, pues se trata de una ofrenda mecida.