Levítico 13:29

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

»Si a un hombre o a una mujer les sale una llaga en la cabeza o en el mentón,

Referencias Cruzadas

Mateo 6:23

Pero si los ojos son malos, todo tu ser estará en oscuridad. Si la luz que hay en ti es oscuridad, ¡qué densa será esa oscuridad!

Miqueas 3:11

Sus jueces juzgan por soborno, sus sacerdotes instruyen por paga y sus profetas predicen por dinero; para colmo, buscan apoyo en el Señor, diciendo: «¿No está el Señor entre nosotros? ¡No vendrá sobre nosotros ningún mal!».

Isaías 9:15

La cabeza son los jefes y la gente de alto rango; la cola son los profetas, maestros de mentiras.

Isaías 5:20

¡Ay de los que llaman a lo malo bueno y a lo bueno malo, que tienen las tinieblas por luz y la luz por tinieblas, que tienen lo amargo por dulce y lo dulce por amargo!

Isaías 1:5

¿Por qué recibir más golpes? ¿Por qué insistir en la rebelión? Toda su cabeza está herida, todo su corazón está enfermo.

Salmos 53:4

¿Acaso no tienen entendimiento esos malhechores, esos que devoran a mi pueblo como si fuera pan? ¡Jamás invocan a Dios!

2 Crónicas 6:29

si luego algún israelita, consciente de sus penas y aflicciones, extiende sus manos hacia este templo, ora y te suplica,

1 Reyes 12:28

Después de buscar consejo, el rey hizo dos becerros de oro y dijo al pueblo: «¡Israelitas, no es necesario que sigan subiendo a Jerusalén! Aquí están sus dioses, que los sacaron de Egipto».

1 Reyes 8:38

si luego algún israelita, consciente de su dolor, extiende sus manos hacia este templo, ora y te suplica,

Levítico 13:28

En cambio, si la mancha blancuzca no ha seguido extendiéndose sobre la piel, se trata solo de la inflamación de la quemadura. Entonces el sacerdote lo declarará puro, ya que se trata solo de una quemadura cicatrizada.

Levítico 13:30

el sacerdote deberá examinar la llaga. Si esta se ve más hundida que la piel y el cabello se ve amarillento y delgado, declarará impuro al enfermo. Se trata de tiña, que es una infección en la cabeza o en el mentón.

Esdras 9:3

Cuando escuché esto, me rasgué la túnica y el manto, me arranqué los pelos de la cabeza y de la barba y me postré muy angustiado.

Ezequiel 5:1

»Tú, hijo de hombre, toma ahora una espada afilada, y úsala como navaja de afeitar para raparte la cabeza y afeitarte la barba. Toma luego una balanza y divide tu cabello cortado.