»De todos los animales que viven en el agua, es decir, en los mares y en los ríos, ustedes podrán comer los que tengan aletas y escamas.
Sin embargo, alguien dirá: «Tú tienes fe y yo tengo obras». Pues bien, muéstrame tu fe sin las obras, y yo te mostraré la fe por mis obras.
En Cristo Jesús de nada sirve estar o no estar circuncidados; lo que vale es la fe que actúa mediante el amor.
A los judíos y a los que no son judíos les he instado a arrepentirse ante Dios y a creer en nuestro Señor Jesús.
»No comerán la carne ni tocarán el cadáver de estos animales. Ustedes los considerarán animales impuros.
En cambio, considerarán inmundos a todos los animales de los mares y de los ríos que no tengan aletas ni escamas, sean reptiles u otros animales acuáticos.