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Referencias Cruzadas

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Jueces 4:7

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Yo atraeré a Sísara, comandante del ejército de Jabín, con sus carros y sus tropas, hasta el arroyo Quisón. Allí lo entregaré en tus manos”.

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17 Referencias Cruzadas  

Luego Elías ordenó: —¡Agarren a los profetas de Baal! ¡Que no escape ninguno! Tan pronto como los agarraron, Elías hizo que los bajaran al arroyo Quisón y allí los ejecutó.

El torrente Quisón los arrastró; el torrente antiguo, el torrente Quisón. ¡Marcha, alma mía, con vigor!

Hoy me has hecho reconocer lo bien que me has tratado, pues el Señor me entregó en tus manos y no me mataste.

Usted podrá ver con sus propios ojos que hoy mismo, en esta cueva, el Señor lo había entregado en mis manos. Mis hombres me incitaban a que lo matara, pero yo respeté su vida y dije: “No puedo alzar la mano contra el rey, porque es el ungido del Señor”.

Entonces Débora dijo a Barac: —¡Adelante! Este es el día en que el Señor entregará a Sísara en tus manos. ¿Acaso no marcha el Señor al frente de tu ejército? Barac descendió del monte Tabor, seguido por los diez mil hombres.

Y el Señor dijo a Josué: «No les tengas miedo, pues yo te los entrego; ninguno de ellos podrá resistirte».

Entonces ustedes saldrán de su escondite y se apoderarán de Hai. El Señor les dará la victoria.

»Si la muerte no fue intencional, pues Dios permitió que sucediera, el asesino podrá huir al lugar que yo designaré.

Yo, por mi parte, endureceré el corazón del faraón para que los persiga. Voy a cubrirme de gloria a costa del faraón y de todo su ejército. ¡Y los egipcios sabrán que yo soy el Señor!». Así lo hicieron los israelitas.

porque el Señor endureció el corazón de los enemigos para que entablaran guerra con Israel. Así serían exterminados sin compasión alguna, como el Señor había ordenado a Moisés.

Entonces el Señor dijo a Josué: «No les tengas miedo, porque mañana, a esta hora, yo daré muerte a todos ellos delante de Israel. Ustedes, por su parte, romperán las patas de sus caballos e incendiarán sus carros de guerra».

Barac dijo: —Solo iré si tú me acompañas; de lo contrario, no iré.

El Señor endureció el corazón del faraón, rey de Egipto, para que saliera en persecución de los israelitas, los cuales marchaban con aire triunfal.

Yo voy a endurecer el corazón de los egipcios, para que los persigan. Voy a cubrirme de gloria a costa del faraón y de su ejército, y de sus carros y jinetes.




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