»Tan cierto como que yo vivo», declara el Rey, cuyo nombre es el Señor de los Ejércitos, «vendrá un enemigo que será como el Tabor, que sobresale de entre los montes, y como el Carmelo, que se erige sobre el mar.
La frontera seguía por el occidente, pasando por Aznot Tabor y proseguía en Hucoc. Bordeaba el territorio de la tribu de Zabulón por el sur, la de Aser por el occidente y el río Jordán por el oriente.
De allí, giraba al este de Sarid, hacia la salida del sol, hasta el territorio de Quislot Tabor, luego continuaba hasta alcanzar Daberat y subía hasta Jafía.
Débora mandó llamar a Barac, hijo de Abinoán, que vivía en Cedes de Neftalí y le dijo: —El Señor, el Dios de Israel, ordena: “Ve y reúne en el monte Tabor a diez mil hombres de la tribu de Neftalí y de la tribu de Zabulón.
Héber el quenita, por su parte, se había separado de los otros quenitas que descendían de Hobab, el suegro de Moisés, y armó su campamento junto al gran árbol que está en Sananín, cerca de Cedes.
Entonces les preguntó a Zeba y a Zalmuna: —¿Cómo eran los hombres que ustedes mataron en Tabor? —Parecidos a ti —respondieron ellos—; cada uno de ellos tenía el aspecto de un príncipe.
»¡Oigan esto, sacerdotes! ¡Pongan atención, israelitas! ¡Escucha, casa real! ¡Contra ustedes es la sentencia! En Mizpa han sido ustedes una trampa; en el monte Tabor, una red tendida.