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Referencias Cruzadas

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Jueces 21:1

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Los israelitas habían jurado en Mizpa: «Ninguno de nosotros dará su hija en matrimonio a un benjamita».

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19 Referencias Cruzadas  

Todos los israelitas desde Dan hasta Berseba, incluso los de la tierra de Galaad, salieron como un solo hombre y se reunieron ante el Señor en Mizpa.

Y prometió bajo juramento: —Te daré cualquier cosa que me pidas, aun cuando sea la mitad de mi reino.

Muy de mañana los judíos tramaron una conspiración y juraron bajo maldición no comer ni beber hasta que lograran matar a Pablo.

No te apresures, ni con la boca ni con el corazón, a hacer promesas delante de Dios; él está en el cielo y tú estás en la tierra. Mide, pues, tus palabras.

Pero nosotros no podemos darles nuestras hijas como esposas, porque hemos jurado diciendo: “Maldito sea el que dé una mujer a un benjamita”.

Todo el pueblo se levantó como un solo hombre y dijo: —¡Ninguno de nosotros volverá a su tienda de campaña! ¡Nadie regresará a su casa!

Puedo declarar en favor de ellos que muestran celo por Dios, pero su celo no se basa en el conocimiento.

si con fidelidad, justicia y rectitud juras diciendo: “Tan cierto como que el Señor vive”, entonces en él serán benditas las naciones y en él se gloriarán».

Los israelitas desfallecían de hambre, pues Saúl había puesto al ejército bajo este juramento: «¡Maldito el que coma algo antes del anochecer, antes de que pueda vengarme de mis enemigos!». Así que aquel día ninguno de los soldados había probado bocado.

¿Cómo podemos proveerles esposas a los que quedan, si ya hemos jurado ante el Señor no darles ninguna de nuestras hijas en matrimonio?».

Luego preguntaron los israelitas: «¿Quién de entre todas las tribus de Israel no se presentó a la asamblea del Señor?». Porque habían pronunciado un juramento solemne contra cualquiera que no se presentara ante el Señor en Mizpa, que decía así: «Tendrá que morir».

De entre todas las tribus de Israel, tomaremos a diez hombres de cada cien, a cien de cada mil y a mil de cada diez mil, para conseguir provisiones para el ejército. Cuando el ejército llegue a Gueba de Benjamín, les dará su merecido por toda la infamia cometida en Israel.

Los israelitas se volvieron contra los de Benjamín y mataron a filo de espada a los habitantes de todas las ciudades, incluso a los animales, y destrozaron todo lo que encontraron a su paso. También les prendieron fuego a todas las ciudades.

Y si sus padres o sus hermanos vienen a reclamarnos algo, les diremos: “Sean bondadosos con ellos, porque no conseguimos esposas para todos durante la guerra. Además, ustedes son inocentes, ya que no les dieron sus hijas”».

Jeremías se fue entonces junto a Guedalías, hijo de Ajicán, en Mizpa, y se quedó con él en medio del pueblo que había permanecido en la tierra.




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