Los descendientes de Judá no pudieron expulsar de la ciudad de Jerusalén a los jebuseos, así que hasta el día de hoy estos viven allí junto con los descendientes de Judá.
Continuaba hacia el valle de Ben Hinón al sur de la cuesta de la ciudad jebusea, es decir, Jerusalén. Ascendía a la cumbre de la loma al oeste del valle de Hinón, al norte del valle de Refayin.
El rey y sus soldados marcharon sobre Jerusalén para atacar a los jebuseos que vivían allí. Los jebuseos, pensando que David no podría entrar en la ciudad, dijeron a David: «Aquí no entrarás; para ponerte en retirada, nos bastan los ciegos y los cojos».
Zela, Élef, Jebús, llamada también Jerusalén, Guibeá y Quiriat, es decir, catorce ciudades con sus poblaciones. Esta fue la herencia que recibieron los clanes de la tribu de Benjamín.
Cuando el hombre se levantó para irse con su concubina y su criado, su suegro, que era el padre de la muchacha, le dijo: «Mira, está a punto de oscurecer y el día ya se termina. Pasa aquí la noche; quédate para pasarla bien. Mañana podrás madrugar y emprender tu camino a casa».