Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




Jueces 17:2

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

quien dijo a su madre: —Con respecto a los mil siclos de plata que te robaron y sobre los cuales te oí pronunciar una maldición, yo tengo esa plata; yo te la robé. Su madre dijo: —¡Que el Señor te bendiga, hijo mío!

Ver Capítulo Copiar

21 Referencias Cruzadas  

Entonces los reprendí y los maldije; a algunos de ellos los golpeé, y hasta les arranqué los pelos, y los obligué a jurar por Dios. Les dije: «No permitan que sus hijas se casen con los hijos de ellos, ni se casen ustedes ni sus hijos con las hijas de ellos.

—Que el Señor te bendiga, hija mía. Esta nueva muestra de lealtad de tu parte supera la anterior, ya que no has ido en busca de hombres jóvenes, sean ricos o pobres.

pues quien le da la bienvenida se hace cómplice de sus malas obras.

Si alguno no ama al Señor, quede bajo maldición. ¡Marana ta!

Desearía yo mismo ser maldecido y separado de Cristo por el bien de mis hermanos, los de mi propio pueblo,

Y comenzó a echarse maldiciones y juró: —¡A ese hombre ni lo conozco! En ese instante cantó un gallo.

»¡Maldito el que sea negligente para realizar el trabajo del Señor! ¡Maldito el que de la sangre retraiga su espada!

El que roba a su padre o a su madre e insiste en que no ha pecado, amigo es del destructor.

El malvado hace alarde de su propia codicia; alaba al ambicioso y menosprecia al Señor.

Majestad, señor mío, le ruego que escuche mis palabras. Si quien lo mueve a usted en mi contra es el Señor, una ofrenda bastará para aplacarlo. Pero si son los hombres, ¡que el Señor los maldiga! Hoy me expulsan de esta tierra, que es la herencia del Señor, y me dicen: “¡Vete a servir a otros dioses!”.

—¡Que el Señor los bendiga por tenerme tanta consideración! —respondió Saúl—.

Cuando Samuel llegó, Saúl dijo: —¡Que el Señor te bendiga! He cumplido las instrucciones del Señor.

Pero uno de los soldados le advirtió: —Tu padre puso al ejército bajo un juramento solemne, diciendo: “¡Maldito el que coma algo hoy!”. Y por eso los soldados desfallecen.

Los israelitas desfallecían de hambre, pues Saúl había puesto al ejército bajo este juramento: «¡Maldito el que coma algo antes del anochecer, antes de que pueda vengarme de mis enemigos!». Así que aquel día ninguno de los soldados había probado bocado.

“Maldice a Meroz —dijo el ángel del Señor—. Maldice a sus habitantes con dureza, porque no vinieron en ayuda del Señor, en ayuda del Señor y de sus valientes”.

«Maldito sea quien deshonre a su padre o a su madre». Y todo el pueblo dirá: «¡Amén!».

No uses el nombre del Señor tu Dios en vano. Yo, el Señor, no tendré por inocente a quien se atreva a usar mi nombre en vano.

Luego bendijo a Abram con estas palabras: «¡Que el Dios Altísimo, Creador del cielo y de la tierra, bendiga a Abram!

En la región montañosa de Efraín había un hombre llamado Micaías,

Cuando Micaías devolvió a su madre los mil siclos de plata, ella dijo: —Solemnemente consagro mi plata al Señor para que mi hijo haga una imagen tallada y un ídolo de fundición. Ahora pues, te la devuelvo.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios