¿Por qué no decir: Hagamos lo malo para que venga lo bueno?». Así nos calumnian algunos, asegurando que eso es lo que enseñamos. ¡Pero bien merecida se tienen la condenación!
Si Aquis preguntaba: «¿Qué región saqueaste hoy?», David respondía: «La del sur de Judá»; o bien: «La del sur de Jeramel»; o «La del sur, donde viven los quenitas».
Entonces Saúl le reclamó a Mical: —¿Por qué me has engañado así? ¿Por qué dejaste escapar a mi enemigo? Ella respondió: —Él me amenazó con matarme si no lo dejaba escapar.
Estando unos hombres al acecho en el cuarto, ella gritó: —¡Sansón, los filisteos se lanzan sobre ti! Pero él rompió las cuerdas como quien rompe un pedazo de cuerda chamuscada. De modo que no se descubrió el secreto de su fuerza.