Todos ellos vivieron por la fe y murieron sin haber recibido las cosas prometidas; más bien, las miraron y les dieron la bienvenida desde la distancia. También confesaron que eran extranjeros y peregrinos en la tierra.
Les aseguro que muchos profetas y otros justos anhelaron ver lo que ustedes ven, pero no lo vieron; quisieron oír lo que ustedes oyen, pero no lo oyeron.