Juan 21:7

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

—¡Es el Señor! —dijo a Pedro el discípulo a quien Jesús amaba. Tan pronto como Simón Pedro le oyó decir: «Es el Señor», se puso la ropa, pues estaba semidesnudo, y se tiró al agua.

Referencias Cruzadas

Juan 13:23

Uno de ellos, el discípulo a quien Jesús amaba, estaba reclinado sobre él.

Juan 20:2

Así que fue corriendo a ver a Simón Pedro y al otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: —¡Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto!

Juan 19:26

Cuando Jesús vio a su madre y al discípulo a quien él amaba a su lado, dijo a su madre: —Mujer, ahí tienes a tu hijo.

2 Corintios 5:14

El amor de Cristo nos obliga, porque estamos convencidos de que uno murió por todos y por consiguiente todos murieron.

Juan 21:24

Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas y las escribió. Y estamos convencidos de que su testimonio es verídico.

Juan 21:20

Al volverse, Pedro vio que los seguía el discípulo a quien Jesús amaba, el mismo que en la cena se había reclinado sobre Jesús y había dicho: «Señor, ¿quién es el que va a traicionarte?».

Hechos 10:36

Dios envió su mensaje al pueblo de Israel, anunciando las buenas noticias de la paz por medio de Jesucristo, que es el Señor de todos.

Hechos 2:36

»Por tanto, que todo Israel esté bien seguro de que este Jesús, a quien ustedes crucificaron, Dios lo ha hecho Señor y Cristo».

Lucas 7:47

Por esto te digo: si ella ha amado mucho, es que sus muchos pecados le han sido perdonados. Pero a quien poco se le perdona, poco ama.

Lucas 2:11

Hoy ha nacido en la Ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor.

Marcos 11:3

Y si alguien pregunta: “¿Por qué hacen eso?”, díganle: “El Señor lo necesita y enseguida lo devolverá”».

Cantares 8:7

Ni las muchas aguas pueden apagarlo, ni los ríos pueden extinguirlo. Si alguien ofreciera todas las riquezas que posee a cambio del amor, solo conseguiría el desprecio.

Salmos 118:23

Esto ha sido obra del Señor y nos deja maravillados.

Santiago 2:1

Hermanos míos, la fe que tienen en nuestro glorioso Señor Jesucristo no debe dar lugar a favoritismos.

1 Corintios 15:47

El primer hombre era del polvo de la tierra; el segundo hombre, del cielo.

Juan 20:28

—¡Señor mío y Dios mío! —exclamó Tomás.

Juan 20:20

Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Al ver al Señor, los discípulos se alegraron.

Lucas 12:35

»Manténganse listos, con la ropa bien ajustada y las lámparas encendidas.

Juan 21:8

Los otros discípulos lo siguieron en la barca, arrastrando la red llena de pescados, pues estaban a escasos cien metros de la playa.