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Referencias Cruzadas

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Juan 21:17

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Por tercera vez Jesús preguntó: —Simón, hijo de Juan, ¿me quieres? A Pedro le dolió que por tercera vez Jesús le hubiera preguntado: «¿Me quieres?». Así que dijo: —Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te quiero. —Apacienta mis ovejas —dijo Jesús—.

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40 Referencias Cruzadas  

Jesús respondió: —¿Tú darás la vida por mí? Te aseguro que antes de que cante el gallo, me negarás tres veces.

Al instante, el gallo cantó por segunda vez. Pedro se acordó de lo que Jesús le había dicho: «Antes de que el gallo cante por segunda vez, me negarás tres veces». Y se echó a llorar.

Ya podemos ver que sabes todas las cosas; ni siquiera necesitas que nadie te haga preguntas. Por esto creemos que saliste de Dios.

A los hijos de esa mujer los heriré de muerte. Así sabrán todas las iglesias que yo soy el que escudriña la mente y el corazón y a cada uno de ustedes lo trataré de acuerdo con sus obras.

No agravien al Espíritu Santo de Dios con el que fueron sellados para el día de la redención.

Dios, que conoce el corazón humano, mostró que los aceptaba dándoles el Espíritu Santo, lo mismo que a nosotros.

Si obedecen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, así como yo he obedecido los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.

»Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos.

Tú escudriñas mi corazón, tú me examinas por las noches; ¡ponme a prueba, que no hallarás en mí ningún plan maligno! ¡Mi boca no pecará

Queridos hermanos, esta es ya la segunda carta que les escribo. En las dos he procurado refrescarles la memoria para que, con una mente íntegra,

Esto es para ustedes motivo de gran alegría, a pesar de que hasta ahora han tenido que sufrir diversas pruebas por un tiempo.

Para nosotros, el motivo de satisfacción es el testimonio de nuestra conciencia: Nos hemos comportado en el mundo, y especialmente entre ustedes, con la santidad y sinceridad que vienen de Dios. Nuestra conducta no se ha ajustado a la sabiduría humana, sino a la gracia de Dios.

Y oraron así: «Señor, tú que conoces el corazón de todos, muéstranos a cuál de estos dos has elegido

Pedro volvió a negarlo y en ese instante cantó el gallo.

Jesús, que sabía todo lo que iba a suceder, les salió al encuentro. —¿A quién buscan? —preguntó.

A los pobres siempre los tendrán con ustedes, pero a mí no siempre me tendrán.

El Rey les responderá: “Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí”.

El Señor nos hiere y nos aflige, pero no porque sea de su agrado.

«Yo, el Señor, sondeo el corazón y examino los pensamientos, para darle a cada uno según sus acciones y según el fruto de sus obras».

Yo sé, mi Dios, que tú pruebas los corazones y amas la rectitud. Por eso, con honestidad te he ofrecido voluntariamente todas estas cosas y he visto con júbilo que tu pueblo, aquí presente, te ha traído sus ofrendas.

Entonces ella le reclamó a Elías: —¿Por qué te entrometes, hombre de Dios? ¡Viniste a recordarme mi pecado y a matar a mi hijo!

—¡El Señor, Dios de dioses, sí, el Señor, Dios de dioses, sabe bien que no hicimos esto por rebeldía o por infidelidad! Y que todo Israel también lo sepa. Si no es así, que no se nos perdone la vida.

»Yo reprendo y disciplino a todos los que amo. Por lo tanto, sé fervoroso y arrepiéntete.

»¿Qué más podría decir tu siervo David que tú no sepas, Señor mi Dios?

Cuando eras más joven te vestías tú mismo e ibas adonde querías. Pero te aseguro que cuando seas viejo, extenderás las manos y otro te vestirá y te llevará adonde no quieras ir.

»¿Qué más podría decir del honor que has dado a tu siervo, si tú me conoces?

—Ve a llamar a tu esposo y vuelve acá —dijo Jesús.

Esto sucedió tres veces y luego todo volvió a ser llevado al cielo.




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