Jesús se dio cuenta de que querían hacerle preguntas acerca de esto, entonces les dijo: —¿Se están preguntando qué quise decir cuando dije: “Dentro de poco ya no me verán”, y “un poco después volverán a verme”?
Cuando terminaron de desayunar, Jesús preguntó a Simón Pedro: —Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos? —Sí, Señor, tú sabes que te quiero —contestó Pedro. —Apacienta mis corderos —dijo Jesús.
En esto llegaron sus discípulos y se sorprendieron de verlo hablando con una mujer, aunque ninguno preguntó: «¿Qué pretendes?», o: «¿De qué hablas con ella?».
Simón Pedro subió a bordo y arrastró hasta la playa la red, la cual estaba llena de pescados de buen tamaño. Eran ciento cincuenta y tres, pero a pesar de ser tantos la red no se rompió.