Biblia Todo Logo
Referencias Cruzadas

- Anuncios -




Juan 12:27

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

»Ahora mi alma está angustiada, ¿y acaso voy a decir: “Padre, sálvame de esta hora difícil”? ¡Si precisamente para afrontarla he venido!

Ver Capítulo Copiar

24 Referencias Cruzadas  

—Ha llegado la hora de que el Hijo del hombre sea glorificado —afirmó Jesús—.

En los días de su vida mortal, Jesús ofreció oraciones y súplicas con fuerte clamor y lágrimas al que podía salvarlo de la muerte y fue escuchado por su temor reverente.

Dicho esto, Jesús se angustió profundamente y afirmó: —Les aseguro que uno de ustedes me va a traicionar.

Por segunda vez se retiró y oró: «Padre mío, si no es posible evitar que yo beba este trago amargo, hágase tu voluntad».

»Pero ¿qué puedo decir? Él mismo me lo anunció y así lo ha hecho. Toda mi vida andaré humildemente, por causa de la amargura de mi alma.

Por tanto, ya que ellos son de carne y hueso, él también compartió esa naturaleza humana para anular, mediante la muerte, al que tiene el dominio de la muerte —es decir, al diablo—,

Pero como estaba angustiado, se puso a orar con más fervor y su sudor era como gotas de sangre que caían a tierra.

—¡Así que eres rey! —le dijo Pilato. Jesús contestó: —Eres tú quien dice que soy rey. Yo para esto nací y para esto vine al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que está de parte de la verdad escucha mi voz.

Todos los días estaba con ustedes en el Templo y no se atrevieron a ponerme las manos encima. Pero ya ha llegado la hora de ustedes, cuando reinan las tinieblas.

Tan colmado estoy de calamidades que mi vida está al borde de la muerte.

Despreciado y rechazado por los hombres, varón de dolores, habituado al sufrimiento. Todos evitaban mirarlo; fue despreciado y no lo estimamos.

Este mensaje es digno de crédito y merece ser aceptado por todos: que Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.

Entonces quitaron la piedra. Jesús, alzando la vista, dijo: —Padre, te doy gracias porque me has escuchado.

En aquel tiempo Jesús dijo: «Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque habiendo escondido estas cosas de los sabios e instruidos, se las has revelado a los niños.

Muy angustiada está mi alma; ¿hasta cuándo, Señor, hasta cuándo?

Sí, Padre, porque esa fue tu buena voluntad.

Volvió de nuevo a los discípulos y dijo: «¿Siguen durmiendo y descansando? Miren, se acerca la hora; el Hijo del hombre va a ser entregado en manos de pecadores.




Síguenos en:

Anuncios


Anuncios