Como ovejas guiadas por la muerte, están destinados al sepulcro. Sus cuerpos se consumirán allí, lejos de sus mansiones suntuosas. Por la mañana los justos prevalecerán sobre ellos.
»En verdad David, después de servir a su propia generación conforme al propósito de Dios, murió, fue sepultado con sus antepasados y su cuerpo sufrió la corrupción.
Para estos somos olor de muerte que los lleva a la muerte; para aquellos, olor de vida que los lleva a la vida. ¿Y quién es competente para semejante tarea?