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Referencias Cruzadas

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Josué 5:14

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

—¡De ninguno! —respondió—. Me presento ante ti como comandante del ejército del Señor. Entonces Josué se postró rostro en tierra y preguntó: —¿Qué órdenes trae usted, mi Señor, para este siervo suyo?

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35 Referencias Cruzadas  

Lo he puesto como testigo para los pueblos, como su gobernante supremo.

Al oír que Dios le hablaba, Abram cayó rostro en tierra y Dios continuó diciendo:

David mismo declara en el libro de los Salmos: »“Dijo el Señor a mi Señor: ‘Siéntate a mi derecha,

»”Entonces se levantará Miguel, el gran príncipe protector de tu pueblo. Habrá un período de angustia, como no lo ha habido jamás desde que las naciones existen. Pero tu pueblo será liberado; todos los que están inscritos en el libro.

Pero durante veintiún días el príncipe del reino de Persia se me opuso, así que acudió en mi ayuda Miguel, uno de los principales príncipes. Y me quedé allí, con los reyes de Persia.

Se desató entonces una guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles combatieron al dragón; este y sus ángeles, a su vez, les hicieron frente,

—¡Señor mío y Dios mío! —exclamó Tomás.

»“Dijo el Señor a mi Señor: ‘Siéntate a mi derecha, hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies’ ”.

Un hombre que tenía una enfermedad en su piel se acercó, se arrodilló delante de él y suplicó: —Señor, si quieres, puedes limpiarme.

Pero antes de eso, te diré lo que está escrito en el Libro de la Verdad. En mi lucha contra ellos, solo cuento con el apoyo de Miguel, el príncipe de ustedes.

Entonces oí la voz del Señor que decía: —¿A quién enviaré? ¿Quién irá por nosotros? Y respondí: —Aquí estoy. ¡Envíame a mí!

—Apártate de esta gente, para que yo la consuma de una vez por todas. Ellos se postraron rostro en tierra

En efecto, a fin de llevar a muchos hijos a la gloria, convenía que Dios, para quien y por medio de quien todo existe, perfeccionara mediante el sufrimiento al autor de la salvación de ellos.

Es más, todo lo considero pérdida por razón del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo he perdido todo y lo tengo por estiércol, a fin de ganar a Cristo

Levántate y entra en la ciudad, que allí se te dirá lo que tienes que hacer.

Pero ¿cómo es esto que la madre de mi Señor venga a verme?

Así dijo el Señor a mi Señor: «Siéntate a mi derecha, hasta que ponga a tus enemigos por debajo de tus pies».

De la presencia del Señor salió un fuego que consumió el holocausto y la grasa que estaban sobre el altar. Al ver esto, todo el pueblo prorrumpió en gritos de júbilo y cayó rostro en tierra.

—Señor, yo nunca me he distinguido por mi facilidad de palabra —objetó Moisés—. Y esto no es algo que haya comenzado ayer ni anteayer, ni hoy que te diriges a este siervo tuyo. Francamente, me cuesta mucho trabajo hablar.

Entonces Abraham inclinó el rostro hasta el suelo y se rio de pensar: «¿Acaso puede un hombre tener un hijo a los cien años y Sara ser madre a los noventa?».

En otra ocasión, cuando Jesús estaba en un pueblo, se presentó un hombre con su piel toda enferma. Al ver a Jesús, cayó rostro en tierra y suplicó: —Señor, si quieres, puedes limpiarme.

Pero Moisés y Aarón se postraron rostro en tierra y exclamaron: —Oh Dios, Dios de toda la humanidad: un solo hombre ha pecado, ¿y vas tú a enojarte con todos ellos?

—Señor —insistió Moisés—, te ruego que envíes a alguna otra persona.

¿Quién es este Rey de la gloria? Es el Señor de los Ejércitos; ¡él es el Rey de la gloria! Selah

El Señor abrió los ojos de Balán y este pudo ver en el camino al ángel del Señor empuñando la espada. Entonces, Balán se inclinó y se postró rostro en tierra.

Como si esto fuera poco, oh Señor y Dios, has hecho promesas a este tu siervo en cuanto al futuro de su casa. ¡Tal es tu plan para con los hombres, mi Señor y Dios!

»¿Qué más podría decir tu siervo David que tú no sepas, Señor mi Dios?

Yo me levanté y salí al campo. Allí vi la gloria del Señor, tal como la había visto a orillas del río Quebar, y caí rostro en tierra.

Y creció hasta pretender ser tan grande como el comandante del ejército del Señor. Por su causa, se eliminó el sacrificio diario y se derribó el santuario.




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