Ahora bien, las aguas del Jordán se desbordan en el tiempo de la cosecha. A pesar de eso, tan pronto como los pies de los sacerdotes que portaban el arca tocaron las aguas,
Fueron ellos quienes atravesaron el Jordán en el mes primero, cuando el río se desbordó por sus dos riberas, e hicieron huir a los habitantes de los valles hacia el este y el oeste.
«Como león que sale de la espesura del Jordán hacia praderas de verdes pastos, en un instante espantaré de su tierra a los de Edom. ¿Quién es el elegido que nombraré para esto? Porque, ¿quién como yo? ¿Quién me puede desafiar? ¿Qué pastor se me puede oponer?».
«Si corriste con los de a pie e hicieron que te cansaras, ¿cómo competirás con los caballos? Si tropiezas en una tierra tranquila, ¿qué harás en la espesura del Jordán?
y así lo hicieron portando el arca del pacto del Señor. Tan pronto como sus pies tocaron tierra firme, las aguas del río regresaron a su lugar y se desbordaron como antes.
Tan pronto como los sacerdotes que llevan el arca del Señor, Soberano de toda la tierra, pongan pie en el Jordán, las aguas dejarán de correr y se detendrán formando un muro».
Una vez más Elías dijo: —Quédate aquí, pues el Señor me ha enviado al Jordán. Pero Eliseo insistió: —Tan cierto como que el Señor y tú viven, te juro que no te dejaré solo. Así que los dos siguieron caminando