A estas ciudades se agregaban los pueblos que se contaban hasta los bordes de Balatber, ciudad de Ramat del Néguev. Estos fueron los territorios asignados a los clanes de la tribu de Simeón.
A la tribu más numerosa le darás la heredad más grande, y a la tribu menos numerosa le darás la heredad más pequeña. Cada tribu recibirá su heredad en proporción al número de censados.