Josué 14:12

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

Dame, pues, la región montañosa que el Señor me prometió en esa ocasión. Desde ese día, tú bien sabes que los anaquitas habitan allí y que sus ciudades son enormes y fortificadas. Sin embargo, con la ayuda del Señor los expulsaré de ese territorio, tal como él ha prometido».

Referencias Cruzadas

Hebreos 11:33

los cuales por la fe conquistaron reinos, hicieron justicia y alcanzaron lo prometido; cerraron bocas de leones,

Filipenses 4:13

Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

Números 13:33

¡Hasta vimos a los gigantes anaquitas! Comparados con ellos, parecíamos langostas y así nos veían ellos a nosotros.

Números 13:28

Pero el pueblo que allí habita es poderoso, sus ciudades son enormes y están fortificadas. Hasta vimos anaquitas allí.

Romanos 8:31

¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra?

Josué 15:14

Caleb expulsó de Hebrón a tres descendientes de Anac: Sesay, Ajimán y Talmay.

Salmos 60:12

Con Dios obtendremos la victoria; ¡él aplastará a nuestros enemigos!

Salmos 44:3

Porque no fue su espada la que conquistó la tierra ni fue su brazo el que les dio la victoria: fue tu brazo, tu mano derecha; fue la luz de tu rostro, porque tú los amabas.

2 Crónicas 14:11

Allí Asá invocó al Señor su Dios y dijo: «Señor, solo tú puedes ayudar al débil contra el poderoso. ¡Ayúdanos, Señor y Dios nuestro, porque en ti confiamos y en tu nombre hemos venido contra esta multitud! ¡Tú, Señor, eres nuestro Dios! ¡No permitas que ningún mortal se alce contra ti!».

1 Samuel 14:6

Así que Jonatán dijo a su escudero: —Vamos a cruzar hacia la guarnición de esos paganos. Espero que el Señor nos ayude, pues para él no es difícil salvarnos, ya sea con muchos o con pocos.

Jueces 1:20

Tal como lo había prometido Moisés, Caleb recibió Hebrón y expulsó de esa ciudad a los tres hijos de Anac.

Números 21:34

Pero el Señor dijo a Moisés: «No le tengas miedo, porque voy a entregar en tus manos a Og con su ejército y su territorio. Harás con él lo mismo que hiciste con Sijón, el rey de los amorreos que vivía en Hesbón».

Deuteronomio 1:28

¿A dónde iremos? Nuestros hermanos nos han llenado de miedo, pues nos informan que la gente de allá es más fuerte y más alta que nosotros, y que las ciudades son grandes y tienen muros que llegan hasta el cielo. ¡Para colmo, nos dicen que allí vieron anaquitas!».

2 Reyes 19:4

Tal vez el Señor tu Dios oiga todas las palabras del comandante en jefe, a quien su señor, el rey de Asiria, envió para insultar al Dios viviente. ¡Que el Señor tu Dios lo castigue por las palabras que ha oído! Eleva, pues, una oración por el remanente del pueblo que aún sobrevive”».

Deuteronomio 9:1

Escucha, Israel: ahora vas a cruzar el Jordán para entrar y conquistar naciones más grandes y fuertes que tú que habitan en grandes ciudades con muros que llegan hasta el cielo.

Deuteronomio 9:3

Pero tú, entiende bien hoy que el Señor tu Dios avanzará al frente de ti, y que los destruirá como fuego consumidor y los someterá a tu poder. Tú los expulsarás y los aniquilarás enseguida, tal como el Señor te lo ha prometido.