¡Alcen el grito de guerra, pueblos, pues serán derrotados! ¡Escuchen, tierras distantes! ¡Prepárense para la guerra, pues serán destrozadas! ¡Prepárense para la guerra, pues serán destrozadas!
Entonces el Señor dijo a Josué: «No les tengas miedo, porque mañana, a esta hora, yo daré muerte a todos ellos delante de Israel. Ustedes, por su parte, romperán las patas de sus caballos e incendiarán sus carros de guerra».