Pero Egipto quedará desolado y Edom, convertido en desierto, por la violencia cometida contra el pueblo de Judá, en cuya tierra derramaron sangre inocente.
Dicen los habitantes de Sión: “¡Que recaiga sobre Babilonia la violencia que me hizo!”. Dice Jerusalén: “¡Que nuestra sangre se derrame sobre los habitantes de Babilonia!”».
Visión de Abdías. Esto es lo que dice el Señor y Dios acerca de Edom. Hemos oído un mensaje de parte del Señor. Un heraldo ha sido enviado a las naciones, diciendo: «¡Vamos, marchemos a la guerra contra ella!».
¡Regocíjate y alégrate, hija de Edom, que vives como reina en la tierra de Uz! ¡Pero ya tendrás que beber de esta copa, y quedarás embriagada y desnuda!
Secará el Señor el golfo del mar de Egipto; pasará su mano sobre el río Éufrates y lanzará un viento ardiente; lo dividirá en siete arroyos para que lo puedan cruzar en sandalias.
Juntos se lanzarán hacia el oeste contra las laderas de los filisteos; juntos saquearán a los pueblos del este, dejarán sentir su poder sobre Edom y Moab y se les someterán los amonitas.
¡Que te alcance la violencia que cometiste contra el Líbano! ¡Que te abata la destrucción que hiciste de los animales! ¡Porque es mucha la sangre que has derramado y mucha tu violencia contra la tierra, contra ciudades y todos sus habitantes!