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Referencias Cruzadas

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Joel 3:17

Biblia Nueva Versión Internacional 2022

«Entonces ustedes sabrán que yo, el Señor su Dios, habito en Sión, mi monte santo. Santa será Jerusalén, y nunca más la invadirán los extranjeros.

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29 Referencias Cruzadas  

Entonces sabrán que yo estoy en medio de Israel, que yo soy el Señor su Dios, y no hay otro fuera de mí. ¡Nunca más será avergonzado mi pueblo!

¡Miren! Ya se acerca por los montes el que anuncia las buenas nuevas, el que proclama la paz. ¡Celebra tus fiestas, Judá! ¡Paga tus promesas! Porque no volverán a invadirte los malvados, pues han sido destruidos por completo.

¡Despierta, Sión, despierta! ¡Revístete de poder! Jerusalén, ciudad santa, ponte tus vestidos de gala, pues los incircuncisos e impuros no volverán a entrar en ti.

Nunca entrará en ella nada impuro, ni los idólatras ni los farsantes, sino solo aquellos que tienen su nombre escrito en el libro de la vida, el libro del Cordero.

Entonces tanto el que quede en Sión como el que sobreviva en Jerusalén serán llamados santos; todos los inscritos para vivir en Jerusalén.

Así dice el Señor de los Ejércitos, el Dios de Israel: «Cuando yo los haga volver del cautiverio, en la tierra de Judá y en sus ciudades volverá a decirse: “Que el Señor te bendiga, morada de justicia, monte santo”.

¿Perdonaré la sangre que derramaron? ¡Claro que no la perdonaré!». ¡El Señor habita en Sión!

»Así dice el Señor: “Regresaré a Sión y habitaré en Jerusalén. Y Jerusalén será conocida como la Ciudad de la Verdad y el monte del Señor de los Ejércitos, como el Monte de la Santidad”.

Con las ovejas lastimadas formaré un remanente y con las exiliadas, una nación poderosa. El Señor reinará sobre ellas en el monte Sión desde ahora y para siempre.

Plantará su campamento real entre los mares, en el bello monte santo; pero allí llegará su fin y nadie acudirá en su ayuda.

»La distancia alrededor de la ciudad será de dieciocho mil codos. »Y desde aquel día el nombre de la ciudad será: “El Señor está allí”».

»Esta es la ley del Templo: todo el terreno que lo rodea sobre la cumbre del monte será un Lugar Santísimo. Tal es la ley del Templo».

Habrá allí una calzada que será llamada Camino de Santidad. No viajarán por ella los impuros ni transitarán por ella los necios; será solo para los que siguen en ese camino.

¡Canta y grita de alegría, habitante de Sión, pues es grande, en medio de ti, el Santo de Israel!».

En Salén se halla su santuario; en Sión está su morada.

Canten salmos al Señor, que reina en Sión; proclamen sus proezas entre las naciones.

«Han llegado a mis oídos las murmuraciones de los israelitas. Diles que antes de que caiga la noche comerán carne, y que mañana por la mañana se hartarán de pan. Así sabrán que yo soy el Señor su Dios».

No harán ningún daño ni estrago en todo mi monte santo, porque se llenará la tierra con el conocimiento del Señor así como las aguas cubren los mares.

Mi justicia no está lejana; mi salvación ya no tarda. ¡Estoy por traerlas! Concederé salvación a Sión y mi esplendor a Israel.

los llevaré a mi monte santo; los llenaré de alegría en mi casa de oración. Aceptaré los holocaustos y sacrificios que ofrezcan sobre mi altar, porque mi casa será llamada casa de oración para todos los pueblos».

Todo el valle donde se arrojan los cadáveres y las cenizas, y todos los campos, hasta el arroyo de Cedrón y hasta la puerta de los Caballos, en la esquina oriental, estarán consagrados al Señor. ¡Nunca más la ciudad será arrancada ni derribada!».

Porque en mi monte santo, el monte elevado de Israel, me adorará todo el pueblo de Israel; todos los que habitan en el país. Yo, el Señor y Dios, lo afirmo. Allí los recibiré y exigiré sus ofrendas y sus primicias, con todos los sacrificios sagrados.

Les pondré tendones, haré que les salga carne, los cubriré de piel y les daré aliento de vida. Así vivirán y sabrán que yo soy el Señor’ ”».

Así dice el Señor y Dios: ¡No entrará en mi santuario ningún extranjero incircunciso de corazón y de cuerpo; ni siquiera los extranjeros que habitan entre los israelitas!

Señor, de acuerdo con tus actos justos, por favor aparta tu ira y tu furor de Jerusalén, tu ciudad y tu monte santo. Por nuestros pecados y por la iniquidad de nuestros antepasados, Jerusalén y tu pueblo son objeto de burla de cuantos nos rodean.

Solo a ellos se les dio la tierra y ningún extraño pasó entre ellos.




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